por Miša Djurković1

“La OTAN es amiga del Tribunal… Los países de la OTAN son los que han financiado la creación del Tribunal, estamos entre los financiadores mayoritarios”

Jamie Shea, vocero de la OTAN, explicando por qué no espera acusaciones del TPIY contra funcionarios de la OTAN, mayo 16, 1999.

Introducción

La idea de la llamada justicia transicional ha experimentado una tremenda popularidad en los últimos treinta años y se ha convertido en un campo académico por cuenta propia. Recibió un gran impulso con el establecimiento de tribunales ad hoc especiales, primero para la antigua Yugoslavia y después para Ruanda. Sin embargo, hay una serie de controversias asociadas con esta idea. Excepto por su forma de implementación, el concepto de justicia transicional en sí mismo es cuestionable; ha servido menos como una forma de justicia objetiva y universal, que como una forma de Europeización (Bachmann, Fatić)2, liberalización (Dyzenhaus)3, democratización, etc., que en sí misma incluye profundos aspectos ideológicos, políticos y normativos. Esto ha llevado a numerosas acusaciones de que la justicia transicional se vuelve selectiva, unilateral e instrumental a la pregunta de hasta qué punto puede extenderse con fines políticos y, aún, preservar la justicia.

El propósito de este artículo es contribuir a tal crítica basado en el análisis del trabajo del Tribunal Internacional para la Antigua Yugoslavia (TPIY). La idea básica puede formularse de esta manera: es posible que exista una dimensión del uso político del Tribunal que no se ha enfatizado lo suficiente, pero a la que deberíamos poner atención. En Serbia, el Tribunal frecuentemente ha sido criticado como el lugar donde se fabrica la “supuesta verdad histórica” sobre los acontecimientos recientes referentes a la desintegración de Yugoslavia. Sin embargo, si se analizan con seriedad las decisiones, y en especial el momento de ciertas acciones del Tribunal, pareciera que éste también ha sido usado como un instrumento para las actividades políticas cotidianas y para controlar los procesos políticos de la región de la ex Yugoslavia. Por lo tanto, además de ser una herramienta de justicia ad hoc y selectiva así como de “revisionismo histórico”, el TPIY podría también percibirse como un instrumento eficaz para dirigir y manipular la política de los Balcanes en favor de los intereses de las grandes potencias occidentales que han desempeñado un papel crucial en su establecimiento y funcionamiento (EE. UU. y el Reino Unido).

Desde un punto de vista teórico, es interesante plantear la pregunta de si el TPIY podría, y en qué medida, ser percibido como un caso de justicia política en el sentido del concepto establecido por Otto Kircheimer4. Dado que él habla principalmente de los casos relacionados con la lucha política interna, podríamos modificar su concepto para hablar de justicia geopolítica. Por lo tanto, ¿podría considerarse a la justicia transicional, por lo

1 Director del Centro de Estudios Europeos del Gobierno de la República de Serbia y columnista del diario serbio Politika.

2 Bachmann, Fatić, (2015), pp. 157.

3 Dyzenhaus, (2003).

4 Ver su libro clásico de 1961, y su artículo en International Encyclopedia of Social Sciences (2008).

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menos en algunos casos como una forma de justicia política o de justicia geopolítica? Aquí el concepto se amplía para incluir no solo los veredictos, sino todo el proceso, junto con las acusaciones, el momento de la acusación, las amenazas de acusación, etc. Pongamos esta hipótesis a prueba.

En general, prevalecen dos visiones en la percepción del Tribunal de La Haya para la ex
Yugoslavia:

⦁ Este es un paso importante en el proceso general de establecimiento de la justicia penal internacional. Es cierto que es un tribunal ad hoc que cubre una sola región y sólo trata un área de conflicto. También es cierto que ha habido muchos problemas, muchas cosas no están claras, acusaciones vagas, sentencias, veredictos, etc. en el trabajo del Tribunal. Sin embargo, es en esencia un esfuerzo exitoso que ha llevado a que se condene y castigue a varios transgresores importantes por un lado y, por otro, que las víctimas hayan quedado satisfechas. El proceso discutido aquí es extenso, imperfecto y gradual; es claro que, los crímenes cometidos por las grandes potencias no pueden ser enjuiciados por el momento, pero, de todos modos, a la larga este proceso resultará en la victoria de la idea de la justicia universal.
Así como las metodologías y el sistema de gobernanza mundial5 han reemplazado en la literatura y la práctica la esperanza de que algún día se formará un gobierno mundial (y por lo tanto, un Tribunal Supremo Mundial), la idea de la justicia transicional, avanzando gradualmente y extendiéndose a las áreas donde puede, ha reemplazado a la idea de un salto inequívoco a la justicia universal otorgada por el tribunal universal de acuerdo con las mismas leyes aplicables a todo el mundo.

⦁ Mientras que la primera visión insiste en un punto de vista normativo, la segunda se ocupa de la dura realidad y los resultados reales de las operaciones del TPIY desde 1993. Desde esta perspectiva, la práctica del TPIY parece tan sobrecargada de parcialidad que casi se convierte en la institución en la que se abusa con demasiada frecuencia de la idea de justicia en virtud de los objetivos geopolíticos de las grandes potencias occidentales. Es más, resulta particularmente peligroso puesto que, bajo la apariencia de supuesta búsqueda de la justicia y una supuesta satisfacción a las demandas morales y el universalismo, el Tribunal implementa una forma de justicia selectiva y con ello socava la confianza en la idea real de la justicia penal universal.

Esta última interpretación me parece mucho más realista y más cercana a la verdad. Existen muchos ejemplos de ello. Hay muchas pruebas que respaldan este punto de vista, desde el problemático e ilegal establecimiento del Tribunal, a través de su financiamiento, instrumentalización y parcialidad, hasta los escandalosos casos de absoluciones de Ramush Haradinaj y Ante Gotovina, o la leve condena de Naser Orić6.

Permítasenos ahora echar un vistazo al ejemplo del estudio (elaboración) ordenado por el Tribunal y escrito por Audrey Helfant Budding. Las trece páginas de este reporte fueron publicadas bajo el título de Nacionalismo Serbio en el Siglo XX.7 En él, el autor proporciona una visión general del desarrollo del nacionalismo serbio en el siglo XX, con la intención explícita de mostrar que hubo movilización nacional (nacionalista) Serbia en la década de 1980 y cómo, junto con la movilización nacional, esa mentalidad contribuyó

5 Ver Babić, Bojanić, (2010).

5 Ya en 1996, ya se podían oír voces pidiendo una mayor proporcionalidad inicial entre las acusaciones contra los miembros de las diversas comunidades étnicas. Ver Fatić, (1996).
6 Ver Budding, (2003), http://balkanwitness.glypx.com/hr_budding-pt1.pdf

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a la desintegración de Yugoslavia8. Esto encaja bien con la estrategia general de los fiscales del TPIY de declarar y probar que los serbios y la movilización nacionalista serbia condujeron a la desintegración de Yugoslavia. Afirman que, junto con sus cómplices de dentro y fuera de Serbia, Milošević comenzó una “empresa criminal conjunta” destinada a crear la Gran Serbia. También afirmaron cómo, con ese propósito, los miembros de esta JCE llevaron a cabo la limpieza étnica de otras naciones. De acuerdo con la matriz de propaganda estándar, dicho informe indica que la desintegración de Yugoslavia fue el resultado del nacionalismo serbio, el memorándum de la Academia Serbia de Ciencias y Artes, Milošević y demás.

De manera simultánea, los fiscales no encargaron estudios del nacionalismo de ningún otro grupo, por ejemplo, un estudio del nacionalismo secesionista albanés que había causado las protestas de fines de la década de 1960, es decir, en noviembre de 1968 (casi al mismo tiempo que una oleada de nacionalismo croata de MASPOK (Movimiento de masas) seguido de otra escalada inmediatamente después de la muerte de Tito, con las protestas de 1981, a pesar de que tenían una autonomía cuasi estatista y un control total sobre el área de Kosovo y Metohija. Lo más interesante es que, el TPIY no encargó la realización de un estudio similar sobre algunas pruebas y testimonios explícitos del nacionalismo croata. Estos testimonios fueron presentados por personas directamente involucradas y muestran claramente el desarrollo continuo e intencional del nacionalismo croata desde MASPOK, solo para ser seguido por las acciones tomadas por la Iglesia Católica Romana y terminando con la formación de la HDZ (Unión Democrática Croata) y la violenta secesión.

El denominado Movimiento de masas o MASPOK fue un movimiento ampliamente organizado de nacionalismo y secesionismo croata apoyado por Josip Bakarić (según algunos investigadores, incluso por el mismo Tito), que se estaba desarrollando en Croacia a fines de la década de 1960. Después de la fase inicial implementada en universidades e instituciones culturales, el liderazgo del movimiento fue asignado a los líderes del Comité Central Croata de la Liga de los Comunistas, Savka Dapčević Kučar y Miko Tripalo. Las solicitudes también incluyeron una para la formación de ejércitos nacionales separados.

En esa época, los serbios estaban lejos de expresar cualquier tipo de nacionalismo en absoluto. De hecho, el liderazgo serbio de entonces y los cuadros del partido dirigente de Serbia estaban completamente apegados a la política gobernante de unidad y hermandad. Los llamados liberales serbios insistían en la modernización, el desarrollo económico, etc. En Serbia, incluso las protestas intelectuales contra las enmiendas constitucionales de 1971 y la Constitución de 1974 fueron inusuales. Dicha Constitución dividió a Serbia en tres partes separadas y sentó las bases para la futura desintegración del país.

Después de la caída de MASPOK y el período en el cual los nacionalistas croatas llevaron a cabo ataques terroristas, como el atentado con bomba en el cine de Belgrado “20 de octubre” en 1968, seguido de la colocación de una bomba en el vuelo JAT (Transporte Aéreo Yugoslavo) en enero de 1972 y la inserción de un grupo terrorista en Bugojno en junio de 1972, la bandera reprimida del nacionalismo croata anti-yugoslavo fue asumida por la Iglesia Católica Romana en Yugoslavia. Tal y como Don Živko Kustić explicó en su confesión al periodista Darko Hudelist para la revista semanal Globus de Zagreb, durante el período de 1975 a 1984, la Iglesia había revivido un viejo proyecto que había sido preparado antes de la Segunda Guerra Mundial, el cual conmemoraba trece siglos de cristianismo entre los croatas. El proyecto fue dirigido por Don Kustić, el editor en jefe de

8 Ver Bachmann, Fatić, (2015), Capítulo “ICTY as a Creator of Historical Narratives”, pp. 232-240.

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la Gaceta Oficial de la Iglesia de RoC en Yugoslavia, Voz del Concilio (Glas koncila). La acción fue claramente diseñada e implementada justo para que la Iglesia asumiera la estrategia política y la ideología del secesionismo a través de los instrumentos de la alegoría y la metáfora, y preparar a los croatas para su salida de Yugoslavia.

Según la explicación de Kustić, todas las metáforas bíblicas se habían utilizado para enviar el mensaje apropiado a los croatas sobre su salida de Yugoslavia: por ej., la salida de los judíos de Egipto fue conmemorada de tal manera que sugería la necesidad de la liberación de los croatas de Yugoslavia y cosas por el estilo. La segunda tarea fue enseñar a los croatas cómo organizar grandes mítines, salir a las calles, reunirse en grandes cantidades y seguir a los líderes y las metas que no eran yugoslavas ni partidistas. En esta empresa tuvieron un éxito extraordinario, aumentando constantemente el número de participantes, de modo que, en el mitin de Marija Bistrica en 1984, hubo aproximadamente 400 000 personas. Como señaló el autor, habían llevado a cabo una preparación completa y, cinco años más tarde, la HDZ (Unión Democrática Croata) solo se hizo cargo de su infraestructura y la usó para llevar a los mítines la población que, en gran medida, la iglesia ya había preparado9. El propio Kustić afirmó que no entendía por qué el liderazgo yugoslavo no había hecho absolutamente nada en ese momento para detener la situación, aunque todos tenían claro de qué se trataba.

Tampoco hay estudios sobre las continuas operaciones de las potencias extranjeras contra Yugoslavia. Es absolutamente imposible entender el proceso de desintegración de Yugoslavia sin tener en claro las continuas agresiones de Alemania y del nacionalismo y expansionismo alemanes contra los yugoslavos en general y los serbios en particular. Durante la Primera y Segunda Guerras Mundiales, esto llevó a la ocupación militar, mientras que en el período posterior a 1985, condujo a la inducción del secesionismo croata y la disolución de Yugoslavia. Sin embargo, como veremos, sin ninguna explicación convincente en absoluto, el Tribunal decidió excluir del caso las operaciones de las potencias extranjeras y sus líderes, aunque como participantes en todos esos acontecimientos y en cumplimiento de las reglas del propio Tribunal, deberían haber sido juzgados por ser participantes igualmente responsables en los hechos, y sus crímenes también tendrían que haber sido procesados.

Esta exclusión de factores extranjeros y de la Iglesia Católica van de la mano, porque, particularmente desde 1979 y luego del nombramiento de Wojtyla como el jefe del Vaticano, en coordinación con los estadounidenses y otras potencias occidentales10, ambos se dedicaron a fomentar los nacionalismos en Europa del Este y la renovación del rechazo contra la intolerancia religiosa como herramienta para provocar el colapso del comunismo. Aunque la caída del Muro de Berlín y el Bloque del Este a menudo se celebra como una victoria del liberalismo y la democracia, los sentimientos nacionalistas (y separatistas) de las naciones del este europeo contra los rusos o en Yugoslavia contra los serbios desempeñaron un papel enorme11. Tal parece que el TPIY simplemente integró la herencia de la Guerra Fría según la cual algunos nacionalismos son amigables, útiles y buenos,

9 Ver Hudelist, D, (2008), “Operacija Velika devetnica – kako je Gospa srušila SFRJ”, Globus, 19. 09, NIN,

25. 09.
10 Ver Flatley, (2007).

10 Mark Beissinger señaló esta desatendida dimensión de la caída del comunismo. Ver Beissinger, (2009).

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mientras que otros no, y solo los malos deberían ser procesados12. Pero si la perspectiva geopolítica de la Guerra Fría entra en el espacio de la justicia, lo que probablemente ha sucedido con el TPIY, surge un problema.

Varios investigadores han escrito sobre estas cosas en diferentes ocasiones,13 Hayden da un claro ejemplo de doble estándar con la comparación de los casos de Milan Martić, quien fue procesado por usar bombas de racimo y la misma práctica de la OTAN, la cual es ignorada. El coronel francés Jacques Hogard, que dirigió las tropas francesas que ingresaban a Kosovo en 1999, testifica sobre la estrecha alianza de las Fuerzas Especiales Británicas y los combatientes del ELK, que incluyó el apoyo logístico para emboscar a civiles serbios en retirada14. Es posible que esta alianza desde el campo de batalla y los sentimientos que la acompañaron haya encontrado su camino incluso en el terreno de la justicia que debería ser objetivo e imparcial.

Hay otra dimensión del uso político del Tribunal que aún no se ha enfatizado lo suficiente y debería llamarse la atención sobre ella. Como se ha dicho al principio, existen graves acusaciones de que el Tribunal de La Haya para la ex Yugoslavia también se ha utilizado como instrumento para la acción política diaria y para dirigir los procesos políticos de disolución dentro del área de la ex Yugoslavia. Por lo tanto, además de ser una herramienta de justicia ad hoc, selectiva y de revisionismo histórico, el TPIY también podría ser percibido como un instrumento eficaz para dirigir la política de los Balcanes hacia los intereses de las grandes potencias y sus financistas (EE. UU., El Reino Unido, Soros, la OTAN), según lo declarado por las palabras antes mencionadas de Jamie Shea.

Con el fin de ilustrar y corroborar esta hipótesis de trabajo, se utilizan siete casos y se presentan y desarrollan brevemente como confirmación15 de dicha hipótesis.

1) Permítasenos comenzar con el hecho de que, a través de este tribunal, la responsabilidad por los crímenes y otros eventos desagradables en la ex Yugoslavia se atribuye exclusivamente a los participantes locales. Desde el comienzo de los trabajos del TPIY, el Tribunal ha adoptado una posición y una opinión en el sentido de que el conflicto es de carácter local y cuya responsabilidad recae únicamente en los participantes de la ex Yugoslavia. Los funcionarios del Tribunal cortaron sistemáticamente todos los vínculos

12Además de los intereses y alianzas geopolíticas, parte de la explicación podría encontrarse en la popularidad implícita del concepto que Tamir denomina nacionalismo reparador. La opinión pública en los países occidentales, durante la década de los noventa, simpatizaba con los nacionalismos de los grupos étnicos que se percibían como oprimidos y en peligro. Ver Tamir (1993), “Introducción”.
13 Un buen ejemplo es Robert Hayden, (2011).

13 Hogard, (2014), p. 75, p. 83.

13 Además de lo anterior, hay otros ejemplos que podrían analizarse sistemáticamente desde esta perspectiva. Un ejemplo destacado e ilustrativo es el del político serbio Vuk Drašković. Al comienzo de la guerra en Croacia, su partido – SPO (Partido del Movimiento de Renovación de Serbia) creó la organización paramilitar de la Guardia Serbia, comandada por un hombre con antecedentes penales, Giška Božović. En los últimos quince años, cada vez que Drašković (que fue ministro de Asuntos Exteriores durante un período particular) trataba de distanciarse de la ruta euroatlántica, siempre había alguna persona de la fiscalía del tribunal que especulaba que su oficina tenía un interés en los crímenes cometidos por la Guardia Serbia en Croacia.

Drašković muy pronto cambiaría su política. Hoy, él es el defensor más fuerte de la membresía de Serbia en la OTAN. Vojislav Šešelj solicitó a la Fiscalía el 28.2.2006 ver todos los documentos sobre la Guardia Serbia, pero su moción fue denegada. Solo reforzó la sospecha de que hay algunos materiales interesantes, que vinculan a la Guardia Serbia con los crímenes de guerra, pero por el momento todo está fuera de alcance, y nadie ha sido acusado.

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que apuntaran a la participación directa y a la responsabilidad por el involucramiento de las grandes potencias occidentales. No hay una sola justificación racional ni legal para esto. Más aún, la Corte tiene jurisdicción sobre todos los delitos cometidos en la ex Yugoslavia durante el período posterior al 1° de enero de 1991 hasta el 2003. El Tribunal tiene jurisdicción sobre las personas independientemente de su nacionalidad; esta jurisdicción es clara incluso para los obvios crímenes cometidos por miembros de la OTAN en 1999. Como es sabido, los fiscales del TPIY han hecho todo menos iniciar cualquier proceso contra los autores materiales o los líderes militares y políticos de los países líderes de la OTAN. Boris Krivokapić catalogó una serie de actos cometidos en 1999, los cuales se puede demostrar claramente que pertenecen a la categoría de crímenes de guerra16.

Por cierto, de manera similar, las operaciones de la Corte Penal Internacional, que hasta el 2013 iniciaron procedimientos por crímenes cometidos en solo siete países, todos en África, pueden ser cuestionadas. Según muchos informes, las fuerzas de la OTAN cometieron obvios crímenes de guerra, incluidos también, entre otros, los dirigidos contra objetivos civiles, durante los acontecimientos de Libia en 2011. Sin embargo, la CPI no ha reaccionado hasta la fecha.

Por lo que respecta al TPIY, el Tribunal incluso reprimió los intentos de los acusados de presentar como testigos en La Haya a los antiguos y actuales líderes políticos y militares de los Estados Unidos, el Reino Unido y Alemania, así como a otros. ¿Por qué? ¿Por qué las personas procedentes de países occidentales son intocables y están por encima de la ley ante los funcionarios del TPIY, mientras que los participantes locales no?

Recientemente, sin embargo, en los Estados Unidos ha terminado la disputa sobre la demanda presentada por la organización “Víctimas del Genocidio de Krajina” contra el sucesor de la compañía privada estadounidense MPRI, cuyos miembros asesoraron, entrenaron y equiparon al ejército croata para la operación “Tormenta” a pesar del embargo de la ONU. Como prueba, se presentaron al Tribunal de Chicago los contratos entre las compañías estadounidenses y Croacia firmados en los EE. UU., en septiembre de 1994, con la aprobación del Departamento de Estado. Según el acuerdo, los oficiales de la compañía, encabezados por el general retirado Carl Vuono (ex jefe del Estado Mayor del ejército estadounidense), entrenaron al ejército croata y sus oficiales en el complejo militar “Petar Zrinski” en Zagreb y también en otras instalaciones. Debido a la falta de dinero para un nuevo procedimiento, los demandantes aceptaron la mediación y llegaron un acuerdo, según el cual el acusado deberá pagar $ 1.4 millones por diversas actividades humanitarias relacionadas con el sufrimiento de los serbios en la Operación “Tormenta”. De hecho, esto significa un reconocimiento de la participación de la MPRI y la Administración de los Estados Unidos en este delito. El TPIY, sin embargo, rechazó todas esas iniciativas.

También debemos enfatizar la controvertida postura de los Estados Unidos como principal partidario y promotor del TPIY, por un lado, mientras simultáneamente es el oponente que lucha en todas las formas posibles contra el TPI y crea acuerdos bilaterales con todos los estados posibles, prohibiendo la extradición de soldados estadounidenses a este tribunal, por el otro17. De modo que, esta es una clara evidencia de que Estados Unidos está en contra de la verdadera justicia universal, que sería igualmente válida para todos los perpetradores potenciales. Existen sospechas de que Occidente solo apoya la justicia transicional y selectiva, lo que le permite controlar los procesos en los países que están

16 Ver Krivokapić, (2000), Krivokapić, (2013), pp. 32-36.

16 Ver Smith and Smith, (2010).

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bajo la Espada de Damocles del TPIY. Por ejemplo, Serbia fue al mismo tiempo presionada por los Estados Unidos para extraditar a sus ciudadanos al TPIY y para firmar el acuerdo bilateral del Artículo 98 del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, que prohíbe la extradición de soldados estadounidenses a la Corte Penal Internacional. Mediante esta exención a priori de los riesgos de cualquier responsabilidad, los líderes de las potencias occidentales pudieron influir y en algunos casos instrumentalizar al TPIY para sus propias necesidades.

2. En el famoso libro titulado Shadowplay18, el periodista británico Tim Marshall muestra los testimonios del uso de la institución del TPIY en el curso de los preparativos para la intervención militar contra la República Federal de Yugoslavia, que comenzó el 24 de marzo de 1999.

Los oficiales superiores británicos llamaron directamente a sus contrapartes yugoslavos, que pronto se convertirían en sus adversarios desde lo alto del ejército yugoslavo, solo para advertirles de cuidar cómo comportarse durante la próxima guerra. Fue una amenaza directa que, si uno cumplía con su deber y defendía adecuadamente a su país, podía terminar con una acusación ante el TPIY. Estas amenazas fueron reales porque todos en las fuerzas de seguridad yugoslavas estaban claramente conscientes del hecho de que eran los estadounidenses y los británicos los más influyentes en lo que respecta a la política de incriminación del Tribunal. De esta forma, el Tribunal como institución se usó directamente para socavar el poder defensivo del Estado, que pronto sería atacado por el Pacto de la OTAN. Todo parece indicar que, de hecho, durante ese año, el TPIY se estaba utilizando como parte del ataque directo conjunto contra Yugoslavia19.

2. Esto se evidencia mejor por el momento en que se revela la acusación contra Slobodan

Milošević y Željko Ražnjatović Arkan. La acusación contra Milošević por los presuntos crímenes cometidos en Kosovo se planteó y se hizo pública el 27 de mayo de 1999, precisamente en el momento en que los mediadores occidentales intentaban romper la resistencia serbia durante la guerra en Kosovo. En una entrevista con la CNN, la fiscal Louise Arbour dijo que la acusación había sido presentada a pesar de que no tenían acceso a los eventos sobre el terreno. Sin embargo, el hecho crucial fue que el 22 de mayo, según los informes, recibieron pruebas importantes de los aliados de los Estados Unidos y la OTAN20.

La acusación contra Željko Ražnjatović Arkan fue supuestamente presentada en septiembre de 1997, pero se abrió y se hizo pública el 31 de marzo de 1999, una semana después de que comenzara el bombardeo. A principios de junio de 1997, CNN transmitió un programa de media hora con Christiane Amanpour dedicado a Arkan y las operaciones

18 Marshall, (2003), pp. 79.

18 Sin embargo, uno tiene que señalar la naturaleza problemática de la muy rápida y legalmente controvertida formación del Tribunal de La Haya en 1993, como un medio de presión dirigido principalmente hacia el lado serbio, que entonces era militarmente dominante en Bosnia Herzegovina y Croacia, y se negaba aceptar la destrucción de Yugoslavia como lo definieron los occidentales (una disolución a lo largo de las fronteras entre repúblicas). Según los testimonios del fiscal Richard Goldstone, se les pidió que comenzaran con las acusaciones lo antes posible para justificar la existencia de la Corte. Ver Škulić, (2013), pp. 61-63. Antes de las primeras acusaciones, los medios criticaron al ICTY por su inacción. Ver Bass, (2002), p. 220

18 Ver 18 http://edition.cnn.com/WORLD/europe/9905/27/kosovo.milosevic.04//18 Tim Marshall (2003, pp. 175) claramente habla del TPIY como parte de la estrategia de presión sobre Milošević. Los servicios occidentales han creado su perfil psicológico y luego han abusado del conocimiento de su diabetes, elevando las presiones cuando estaba bajo estrés. Por lo tanto, durante la guerra, fue acusado siendo el primer jefe de estado en ejercicio llevado a juicio.

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de su guardia durante las guerras anteriores. Era obvio el asombro de sus interlocutores Richard Holbrooke y el presidente de la Corte, Antonio Cassese, por el hecho de que Arkan no había sido acusado21. Sin embargo, hay testimonios de que, en 1995, Arkan y sus hombres ayudaron a los estadounidenses durante el despliegue de las tropas en Bosnia y Herzegovina. Es posible que, de esta manera, se pospusiera la acusación contra él por un tiempo22. La revelación de la acusación contra Arcan inmediatamente después del ataque de la OTAN contra Yugoslavia, sin embargo, tenía claramente la intención de intimidar, amenazar y disminuir su disposición a desempeñar un papel más importante en la próxima guerra. Lo mismo se aplica a la divulgación de la acusación contra Milošević. Krivokapić afirma convincentemente que ese fue un acto de propaganda y la justificación de la agresión y la intervención ilegal de la OTAN en Yugoslavia (p.47).

El TPIY tuvo la misma función política e instrumental durante la preparación de inteligencia del “Golpe de Estado del 5 de octubre” del 2000. Muchos oficiales de alto rango e influyentes en el ejército y la policía se movieron “hacia el otro lado”, gracias a las promesas de que eso los ayudaría a evitar la acusación ante el TPIY. De manera similar a otros casos, funcionó por un tiempo, solo para ver posteriormente a los occidentales actuar en contra de las promesas que habían hecho. Zoran Živković, el ex primer ministro en 2003, testificó en el caso de Sreten Lukić que las autoridades serbias se habían puesto en contacto con el Tribunal para verificar su situación y recibieron como respuesta que él estaba limpio. Lukić fue uno de los jefes de la policía serbia durante el golpe de Estado del 5 de octubre y contribuyó a su éxito al obstruir la intervención contra los manifestantes. Sin embargo, en octubre de 2003, Lukić fue acusado, por lo que fue extraditado al Tribunal en 2005, donde fue condenado a 20 años de prisión en 2009.

4. El concepto de justicia transicional desarrollado en el caso del TPIY tiene una dimensión extremadamente problemática. Es muy dudoso que el concepto de justicia, que debe ser universal y objetivo, esté vinculado al concepto o solicitud fundamentalmente selectiva e intencional de justicia “transitoria”, dirigida a la democratización del país en cuestión. Desde esta perspectiva, está plenamente justificado inventar razones para arrestar a un hombre y violar sus derechos humanos más elementales. Klaus Bachmann23 defiende explícitamente este concepto de justicia transicional en términos de la justificación de las acusaciones y la salida del área de las personas locales que podrían interrumpir el proceso de transición a la democracia. Permítanos ahora ver lo que significa en el caso de Vojislav Šešelj.

21 Naša borba, viernes, 6 de junio de 1997. Mirko Klarin, http://www.yurope.com/nasa-
borba/arhiva/Jun97/0606/0606_9.HTM

22 En el caso de Jovica Stanišić, ex jefe de la policía secreta serbia, esta cooperación incluso se revela. En 2004, la CIA envió el documento al TPIY en apoyo de la defensa de Stanišić, quien fue acusado ahí. Los Angeles Times, en 1. 3. 2009, publicó un artículo basado en ese documento, lleno de evidencia de cooperación entre Stanišić y la CIA, la cual había comenzado en 1992. Stanišić estaba utilizando esta colaboración como un fuerte apoyo a su solicitud de liberación temporal del Tribunal. Ver Greg Miller, (2009). El hecho de que estaba colaborando estrechamente con la CIA (incluida la entrega de material ultra secreto sobre los búnkeres militares iraquíes), al mismo tiempo que estaba, según los fiscales, estableciendo tropas paramilitares acusadas de crímenes de guerra, despertó justificada grave sospecha en Serbia.

22 Ver, Bachmann, Fatic, (2015), pp. 157. Klaus Bachmann repitió esta declaración recientemente en una conferencia celebrada en Novi Sad el 23 de Oct. 2016.

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Hay un famoso testimonio dado por la fiscal del ICTY Carla Del Ponte, publicado en su libro The Hunt: Me and the War Criminals de 2008. Esto le dijo el primer ministro Zoran Djindjic en 2002, con respecto a Šešelj: “Llévenselo y nunca lo devuelva”.24

Sobre la base de la acusación formulada de esta manera, el 24 de febrero de 2003, Vojislav Šešelj se entregó voluntariamente al Tribunal Internacional para la ex Yugoslavia, donde pasó los siguientes once años y medio. Su juicio comenzó en 2007, es decir, más de cuatro años después de su llegada al TPIY. Fue liberado el 12 de noviembre de 2014. En Serbia, todos los involucrados en política saben que su liberación se estancó sin ningún fundamento legal, solo por el temor a su posible impacto en la escena política en Serbia. Además, se especula que fue liberado cuando algunos políticos estimaron erróneamente que podría contribuir a una disminución en la calificación de Vučić dado que el partido Šešelj, el SRS (Partido Radical Serbio), podría ser un serio opositor al dominio absoluto de la SNS (Partido Progresista Serbio) en la política del país25.

De esta manera, su derecho a un juicio sin dilaciones indebidas26 y a obtener el veredicto en un plazo razonable, que está garantizado por la Convención Europea de Derechos Humanos y por el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, se violó27. Šešelj se quejó de eso en 2011 pero el Tribunal rechazó su apelación sin dar razones legales claras. Finalmente, el 1° de marzo de 2016, el Panel de Primera Instancia anunció el veredicto, después de lo cual Šešelj fue absuelto de todos los cargos y se convirtió en un hombre libre. Dado que según el Estatuto del TPIY no existe el derecho a una indemnización por el tiempo pasado bajo custodia, es posible que este Tribunal presente cargos a su propia discreción contra cualquier persona y la mantenga ilegalmente bajo custodia durante mucho tiempo, solo para liberarla posteriormente sin ninguna consecuencia, simultáneamente violando directa y deliberadamente los derechos del acusado. Se sabía que Šešelj no había estado involucrado en ningún delito directo y había sido juzgado por incentivos verbales por una actividad criminal conjunta. Este caso demuestra lo peligroso que es construir justicia sobre lo que un burócrata desconocido, un líder occidental o incluso un fiscal ambicioso parece considerar como necesario para la justicia de transición en un país dado. Aunque los serbios generalmente son los que más se quejan sobre esta práctica del TPIY, el mismo método también se puede detectar según testimonio de los representantes de otras naciones de los Balcanes. Mostraremos esto en varios otros casos.

5. El prisionero croata más famoso del ICTY fue el general Ante Gotovina, contra quien se entabló una acusación secreta en 2001 por crímenes cometidos en la operación “Tormenta”. Luego de ser informado sobre esto, él desapareció. Había estado huyendo, escondiéndose, hasta 2006, cuando con la ayuda del gobierno croata fue arrestado en las Islas Canarias. Fue condición para iniciar negociaciones sobre la membresía croata en la UE. Gotovina fue condenado a 24 años en el proceso judicial ante el TPIY en abril de 2011 y Mladen Markač a 18 años. Ambos fueron condenados por haber participado en una actividad criminal conjunta, que tenía como objetivo expulsar a los serbios. Solo un año y

24Del Ponte, (2008). El 14 de abril de 2008, el diario serbio Politika publicó una traducción de algunas partes del libro bajo el título de esta famosa frase de Djindjić. http://www.politika.rs/sr/clanak/39448/Dindic-Vodi-Seselja-i-nemoj-vise-da-nam-ga-vracas

25 El ministro serbio Aleksandar Vulin, a quien Vučić utiliza como portavoz informal, ha criticado abiertamente al TPIY por esto, http://www.teleprompter.rs/sleteo-stigao-seselj-u-srbiju-da-rusi-vucica.html
26 Para el tratamiento de este derecho en el TPIY ver Boas, (2007), p. 29.

26 Krivokapić, (2013), p. 37.

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medio después, en noviembre de 2012, la Sala de Apelaciones del Tribunal Internacional para la ex Yugoslavia emitió la absolución de ambos. ¿Qué pasó mientras tanto?

En Croacia, el partido HDZ finalmente fue destronado después de ocho años. Los líderes occidentales, en particular los del Reino Unido, estaban extremadamente insatisfechos con su gobierno. Durante el período de 2010 a 2011, el Reino Unido bloqueó las negociaciones sobre la adhesión de Croacia a la UE y, de hecho, hizo campaña contra este país28. Fue un período en el que los medios de Gran Bretaña e incluso el Ministerio de Relaciones Exteriores advirtió a los ciudadanos del Reino Unido que no fueran de vacaciones a Croacia, ya que era un país que se consideraba peligroso visitar.

Las verdaderas razones por las que Sanader renunció en 2009, para luego ser acusado en 2010, y por qué los países occidentales (Reino Unido y los Países Bajos) condicionaron duramente y casi chantajearon a Croacia siguen siendo solo una cuestión de especulación. En ese momento, todos los acusados ya habían sido transferidos a La Haya, por lo que la cooperación con el TPIY no era una condición sobresaliente. La intención de los países occidentales (Gran Bretaña y, según algunos, Alemania) era eliminar primero a Sanader y luego a la HDZ del poder. Las afirmaciones de que la razón de esto era la corrupción eran todo menos convincentes, porque en los Balcanes, los occidentales ciertamente saben cómo tolerar gobiernos corruptos si cumplen con sus requisitos (el régimen montenegrino de Đukanović es el mejor ejemplo de eso). Finalmente, todos los cargos contra Sanader cayeron durante la apelación y seis años después de su arresto, él está esperando un nuevo juicio.

Las razones geopolíticas son más convincentes en este caso. Sanader representaba el ala soberanista del HDZ, que buscaba preservar los recursos de Croacia e impedir la entrega de esos recursos a intereses extranjeros. Una de las posibles razones mencionadas fue su insistencia en que Croacia debería utilizar sus propios fondos para construir la carretera Zagreb-Rijeka, la cual solo debería atravesar territorio croata. Del mismo modo, como en el caso de Hungría, los occidentales estaban más propensos a dejar que el gobierno más cooperativo llevara formalmente al país a la UE. Finalmente, después de haber quitado a Sanader, comenzó el proceso de la OTAN-ización del HDZ. Inicialmente, el objetivo era su eliminación del poder y, en última instancia, la eliminación completa de los restos del “viejo equipo”, encabezado por Karamarko. Tras la finalización de dicho proceso, el HDZ asumió un nuevo liderazgo y carácter pro-OTAN, con Kolinda Grabar Kitanović y Plenković a la cabeza del Partido.

En cualquier caso, después de que Croacia hubo regresado por completo al nivel deseado por los occidentales, las negociaciones finalizaron en junio de 2011 y el Tratado de Adhesión se firmó en diciembre del mismo año. El veredicto en primera instancia contra Gotovina y Markač fue anulado en el Panel de Apelación, con una explicación muy extraña en apoyo al caso29. De manera simultánea, esta decisión sacó a la luz que ninguna persona es responsable de los crímenes cometidos durante la operación “Tormenta”, a pesar de las

28 On 9th December, British Guardian published an article based on the Wiki leaks Telegraph, in which the
Americans expressed their dissatisfaction with the UK’s blocking of Croatia’s accession to the EU. https://www.theguardian.com/world/2010/dec/09/wikileaks-uk-us-croatia-accession

28 El 9 de diciembre, el British Guardian publicó un artículo basado en el Telégrafo de Wiki leaks donde los estadounidenses expresaron su descontento con el bloqueo del Reino Unido a la adhesión de Croacia a la UE. https://www.theguardian.com/world/2010/dec/09/wikileaks-uk-us-croatia-accession

28 On controversies of this decision, see Marko Novaković, (2013).
29 Sobre las controversias de esta decisión, ver Marko Novaković, (2013).

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transcripciones de Brioni30, las 2000 víctimas, los cientos de miles expulsados y demás.
6. Otro caso polémico es el primer veredicto de audiencia aprobado en mayo de 2013 contra los croatas de Bosnia y Herzegovina, Jadranko Prljić, Slobodan Praljak, Bruno Stojić y otros, quienes fueron acusados de crímenes de la JCE dirigidos a la limpieza y remoción de los bosnios de “Herzeg-Bosnia ” y sentenciados a 25 y 20 años de prisión. Este veredicto es muy interesante porque colgaba sobre la cabeza, no solo de los croatas de Bosnia y Herzegovina, sino también de la propia Croacia. Afirma que el proyecto JCE se implementó junto con el liderazgo de ese entonces en Croacia, con el objetivo de formar la entidad croata que luego se uniría a Croacia propiamente dicha. Significa que se trató de un conflicto internacional, lo que implica que Croacia cometió una agresión contra Bosnia31.

Mientras que en el caso anterior de Gotovina y Markač la decisión de apelación se tomó dentro de un año y medio, en este último caso se esperaba que la sentencia del Consejo de Apelación se presentara no antes de noviembre de 2017, que es cuatro años y medio después del primer veredicto. Se especula que esta es una forma de ejercer presión política principalmente sobre los croatas en Bosnia Herzegovina para aceptar el proceso anunciado de la recomposición del Acuerdo de Dayton de Bosnia y Herzegovina, con respecto al cual los líderes croatas de B&H han sido muy críticos, tratando de poner la propuesta de la tercera entidad nuevamente en la mesa de discusión.

Puesto que se negaron a unirse al proceso político, y los líderes croatas no lograron persuadirlos para que lo hicieran, el veredicto inicial fue confirmado en el tribunal de apelación. Seis croatas de B & H fueron condenados a 111 años de prisión por el JCE con el entonces presidente de Croacia Franjo Tudjman. Todavía es difícil predecir las consecuencias políticas precisas de este veredicto, pero sin duda es una carga política dura que recae sobre los croatas en Bosnia y Croacia también.

6. Del lado de Albania también hay acusaciones de que el establecimiento del Tribunal Especial para los crímenes de guerra del Ejército de Liberación de Kosovo (ELK) que los extranjeros impusieron a la Asamblea de Kosovo en 2015, tenía una motivación política para, entre otras cosas, utilizarse para gestionar los procesos políticos en Kosovo en estos tiempos tan turbulentos32. Dado que un enorme y descomunal número de ex líderes del ELK domina la vida política en Kosovo, se especula que la comunidad internacional tiene la intención de utilizar este tribunal para un cambio de la élite política en el poder en Pristina. Se espera que la élite de guerra pueda ser cambiada por una nueva, moderna, educada y fácilmente manejable. Los analistas locales critican el hecho de que los presuntos crímenes no serán enjuiciados en el TPIY, sino en un tribunal especial para ELK.

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De una manera que intentamos enfatizar en este trabajo, Richard Holbrooke se refirió al TPIY como una herramienta enormemente valiosa para la consecución de los fines de política exterior de Estados Unidos. Aunque el fiscal Goldstone habló sobre la

30 El caso Gotovina, Prosecution Exhibit P461, Brioni Transcripts.

30 El resumen de la Sentencia se puede ver en http://www.icty.org/x/cases/prlic/tjug/en/130529_summary_en.pdf

30 Fazliu, (2016) presenta algunos de los argumentos cruciales contra el tribunal que pueden escucharse en Kosovo.

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publicación de acusaciones contra Karadžić y Mladić en el momento de la preparación de Dayton como una coincidencia, Holbrooke lo negó que afirmando que “Utilizamos al tribunal para mantener a los dos criminales más buscados en Europa… fuera del proceso de paz de Dayton y lo usamos para justificar todo lo que siguió”33. Incluso para aquellos que están a favor de tal instrumentalización de la justicia para fines políticos, se hace necesario preguntarse dónde está el límite.

Después de todo lo presentado aquí, podemos recordar la afirmación de que la justicia selectiva a veces puede ser peor que la injusticia. Pero los defensores de la necesidad de la justicia transicional insisten en que, incluso la justicia imperfecta es mejor que ninguna. Pueden argumentar que, a pesar de todo, un gran número de perpetradores han sido condenados y que al menos una parte del cuerpo de víctimas quedaron satisfechas. Desde esta perspectiva, los casos que mencionamos vienen como incidentes involuntarios, como resultado de decisiones aleatorias de personas que sucumbieron a sus preferencias, simpatías y opiniones políticas. Sin embargo, parece que hay demasiados casos que en el contexto más amplio confirman nuestra hipótesis sobre el TPIY como un tribunal que ha sucumbido en gran parte a la tentación de implementar la justicia (geo) política. Por ejemplo, evitar la comparecencia de los participantes políticos y militares occidentales frente al TPIY, incluso como testigos, si no como acusados, arroja una gran sombra sobre la imparcialidad de este tribunal.

En cualquier caso, este artículo intenta agregar una dimensión más a la comprensión de la labor del Tribunal Internacional para la ex Yugoslavia. Estamos conscientes de que, en tales casos, difícilmente se puede encontrar, por el momento, documentación adecuada y fuentes primarias para la corroboración completa de la hipótesis básica. Pero esperamos haber presentado material sustantivo válido para iniciar el debate y la investigación posterior.

Deberíamos, al final, señalar también la verdadera situación en la ex Yugoslavia. Veintitrés años después de la formación y el funcionamiento de esta corte, las relaciones entre las antiguas naciones en conflicto no son mejores de lo que solían ser. Es más, durante 2016, hubo una marcada tensión en las relaciones entre serbios y croatas, entre las tres etnias en Bosnia y Herzegovina, en Macedonia y así sucesivamente. Difícilmente alguien puede realmente afirmar que este tipo de justicia transicional haya dado buenos resultados y, sobre todo, haya curado las heridas y reparado las relaciones en la región. Además, a menudo se considera que el TPIY es otra complicación que ha traído nuevos resentimientos entre la población local.

Contrariamente a los defensores de esa justicia transicional, encontramos que un tribunal ad hoc no es una buena solución y que, de acuerdo con la propuesta de Krivokapić, los tribunales universales o regionales pueden proporcionar resultados mucho mejores con la condición de que, por supuesto, esos tribunales sean de hecho justos e iguales para todos, independientes de los financistas privados y finalmente capaces de emitir juicios, incluso contra miembros de la milicia y líderes políticos de los estados más poderosos del mundo. Junto con Boas34 podemos concluir, en el mejor de los casos, que la práctica del TPIY puede ofrecer suficientes lecciones valiosas para el futuro desarrollo de la justicia penal internacional.

33 Holbrooke, (1998), p, 107.

33 Boas, (2007), p. 293.

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Sin embargo, hay dos peros: 1. El hecho de que los ciudadanos ex yugoslavos fueron sujetos de justicia imperfecta, experimentos, instrumentalizaciones políticas de justicia o justicia política, etc., podría de alguna manera justificarse si la Corte Penal Internacional extiende su competencia a todo el mundo, incluidas las mayores potencias. 2. Después del Brexit, la victoria de Trump o la anexión de Crimea a Rusia, es más lógico esperar un retorno global a la política de soberanía en lugar de un mayor desarrollo de la justicia penal internacional. Por lo tanto, sería muy problemático que las mayores potencias continuaran saboteando los esfuerzos por la justicia penal mundial y al mismo tiempo obligaran a las naciones más pequeñas a participar en eso. De ser así, sería completamente comprensible por qué las naciones pequeñas todavía mantendrán grandes reservas sobre el concepto de justicia transicional y las formas en que se implementa, viendo en él muchos elementos de justicia política.

Fuentes

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